
Dentro de pocos días se va a conmemorar el bicentenario de la firma del Acta Final del Congreso de Viena, firmada el 9 de junio de 1815. Este documento, con 121 artículos, puso fin a dos décadas de las guerras revolucionarias francesas y napoleónicas y fue la piedra fundamental del sistema europeo durante 100 años. Este congreso, convocado por el artículo 32 del Tratado de Paris de 1814, el cual invitaba a:
“Todas las potencias que participaron en ambos bandos de la presente guerra, enviarán, dentro de dos meses, plenipotenciarios a Viena, con el propósito de regular, en un congreso general, los acuerdos que son necesarios para completar las provisiones del presente tratado.”[1]
Esta convocatoria tan amplia resulto en una concurrencia masiva, al presentarte más de 300 delegaciones al congreso. En los participantes había delegaciones de grandes potencias como Rusia y Francia, potencias medianas como España, Baviera y Hannover, y principados pequeños (algunos de los cuales habían sido conquistados por Francia u otros países durante las guerras napoleónicas) como Ligne, Slam-Slam, Weid y Bentheim. Incluso también se presentaron representantes de grupos de interés privados, siendo el más destacado la delegación de las casas editoriales alemanas, quienes pedían que se regulen temas de derechos de autor (estos últimos tuvieron éxito el Articulo 18 de la Constitución de la Confederación Germánica, aprobado en el Congreso de Viena, establecía lo siguiente: “La Asamblea Federal preparará provisiones uniformes de libertad de prensa y para la protección de los derechos de los autores y editores contra la reimpresión [indebida]”).
Esta aglomeración de personas hasta ahora no ha sido igualada, se estima que para el Congreso, la población de Viena se duplicó: más de cien mil personas concurrieron a Viena durante el congreso. Este elevado número incluía personas de toda índole: desde los delegados, sus familias, asistentes y lacayos, hasta personas que fueron a Viena a fin de hacer una ganancia del congreso, sea mediante la provisión de bienes o de servicios (siendo los rubros más demandados los de lacayos y damas de compañía). Por su parte, el Estado Austriaco invirtió grandes sumas de dinero para los eventos y festividades que se realizaron por ocasión del congreso (toda vez que buena parte de las negociaciones se daban en reuniones sociales). Este gasto fue tan elevado que los gobiernos de Gran Bretaña y Rusia ofrecieron realizar reembolsos a la corona Austriaca. Un orgulloso Francisco I de Austria rechazó la oferta[2].
El Congreso de Viena es un punto fundamental para la evolución de la Relaciones Internacionales pues fue la primera vez en la que se concilió dos principios que eran irreconciliables: la igualdad de los estados soberanos, establecida en el Tratado de Westfalia de 1648, y la primacía de las grandes potencias par el mantenimiento de la paz y el orden en el mundo (...).
Importancia y Legado del Congreso de Viena
El Congreso de Viena es un punto fundamental para la evolución de la Relaciones Internacionales pues fue la primera vez en la que se concilió dos principios que eran irreconciliables: la igualdad de los estados soberanos, establecida en el Tratado de Westfalia de 1648, y la primacía de las grandes potencias par el mantenimiento de la paz y el orden en el mundo. En 1815 las decisiones fueron tomadas por 5 grandes potencias: los cuatro aliados victoriosos (Austria, Gran Bretaña, Rusia y Prusia) y la vencida Francia, a la cual se le seguía reconociendo como una gran potencia. Los acuerdos entre estas grandes potencias formaron la esencia del acuerdo, el cual fue complementado por los aportes de las potencias menores, quienes también ratificaron en congreso plenario los acuerdos tomados por las potencias.
Este sistema tiene vigencia actual en el sistema de Naciones Unidas, donde las decisiones más importantes son tomadas por el Consejo de Seguridad, integrado por las 5 potencias victoriosas de 1945 (quienes tienen poder de veto) y 10 miembros temporales (que no lo tienen) y tienen como principal función el mantenimiento de la paz mundial. Por otro lado, tenemos a la Asamblea General, integrada por todos los piases soberanos y donde cada uno tiene iguales derechos de votación, ve temas más generales y solo puede recomendar políticas a tomar.
¿Fue exitoso?
Muchos de los aspectos territoriales establecidos en Viena fueron rápidamente modificados. Para algunos historiadores como Chapman[3] la revolución belga de 1830 puso fin al sistema de Viena, otros como Taylor[4] y Seaman[5] señalan la guerra de Crimea como el final del orden de Viena, a lo que Wood[6], Taylor[7] y Kennedy[8] replican que fue la revolución industrial la que fuerza que destruyó el orden de Viena. Sin embargo, el sistema de Viena tuvo un gran éxito: durante casi 100 años no hubo una guerra general en Europa. El gran Henry Kissinger resumió el éxito de Viena cuando escribió que en Viena se creó un sistema balanceado en el cual todas las partes tenían un interés en mantener, realizando los cambios que ellos querían dentro del sistema y no fuera de él. Esto permitió que se realicen cambios sustanciales al balance territorial pero manteniendo el fundamento del sistema[9].
[1] http://napoleononline.ca/wp-content/uploads/2011/03/Treaty-of-Paris-1814.pdf
[2] ASLOP, Susan Mary, The Congress Dances: Vienna 1814-1815; Harper & Row Publishers, Nueva York, 1984
[3] CHAPMAN, Tim; The Congress of Vienna: Origins, Proceedings and Results; Routledge; Nueva York; 1998
[4] TAYLOR, A.J.P.; The Struggle for Mastery in Europe; Oxford University Press; Oxford; 1971
[5] SEAMAN, L.C.B; From Vienna to Versailles; Harper & Row Publishers Inc; Nueva York; 1963
[6] WOOD, Anthony; Europe 1815-1960; Longman Group Limited; Essex; 1991
[7] TAYLOR, A.J.P.; The Struggle for Mastery in Europe; Oxford University Press; Oxford; 1971
[8] KENNEDY, Paul; The Rise and Fall of the Great Powers; Vintage; Nueva York; 1989
[9] KISSINGER, Henry; A World Restored: Metternich, Castlereagh and the Problems of Peace; Phoenix Press; Londres; 1957